Desde el corazón

Buda enseñó que ...

Buda enseñó que, no importa lo confundidos o engañados que podamos estar en un momento determinado, porque la naturaleza esencial y profunda de nuestro ser es clara y pura.
Del mismo modo que las nubes pueden oscurecer temporalmente la capacidad de iluminar del sol, pero no impedirla, igualmente, las aflicciones transitorias del cuerpo y de la mente – nuestra confusión, ansiedad y el sufrimiento que producen – pueden oscurecer provisionalmente, pero no destruir ni siquiera afectar, la naturaleza fundamentalmente clara de la consciencia.
En lo profundo de nuestro corazón y en el de todos los seres sin excepción, mora una fuente inagotable de amor, compasión y de sabiduría. Y el propósito ultimo de toda practica espiritual, se llame budista o no, es descubrir esa naturaleza esencialmente pura y conectar con ella.
Cuando encontremos internamente nuestra pureza, amor, compasión y sabiduría es cuando podemos ver el reflejo de esa pureza y amor en los demás. Pero si no hemos tomado contacto con esas cualidades dentro de nosotros mismos, veremos a los demás solamente con todas sus faltas y limitaciones.
Todo lo que vemos cada día en la realidad externa no es, de hecho, más que una proyección de nuestra propia realidad interior.

Zopa